viernes, 20 de agosto de 2010

MAMÁ, ¿POR QUÉ LIDIA NO SE SIENTA CON NOSTROS A LA MESA?

Esa pregunta la formulé el 21 de junio de 1968 a la hora de comer. Lo recuerdo con mucha precisión porque empezaba el invierno y fue el mismo día en que me agarré el dedo gordo de la mano con la puerta del falcon. Lidia, la señora que trabajaba en casa, esa noche se sentó  a la mesa para ayudarme a cortar con el cuchillo. El dolor punzante en mi dedo me impedía hacerlo por mis propios medios.
Mamá comía atún La Campagnola con ensalada de chauchas y huevo duro y yo, milanesa con puré.  Siempre cosas distintas comíamos mamá y yo. Ustedes se preguntarán por qué la que  me ayudaba a cortar la milanesa era Lidia en vez de mamá… Por suerte ese tipo de preguntas no se me ocurrían a mis seis años.


Lo que yo quería saber era otra cosa.


_ Mamá ¿Por qué Lidia no se sienta a comer con nosotros en la mesa?


_ Porque está cansada de estar con nosotros todo el día, gordita.


_ Estás cansada de nosotros, Lidia?


_ No


_Mamá…dice Lidia que no está cansada.


_Bueno. Y qué va a decir, chiquita.


_ A mí me parece que Lidia no se sienta porque no te gusta. ¿Es porque dice jodida, mina, culo y la calor?


_ Pero qué disparate! Qué estás diciendo!


_ No se preocupe, señora. Es una nena…


_No se dice nena , Lidia. A mamá no le gusta. Tampoco le gusta que diga rojo, apetito, coche, hermoso y falleció.


_Clemencia! Qué te pasa? Mirá que te vas a ir a la cama sin comer arroz con leche, eh!


_No se haga problema, señora. Es cierto, me falta educación. Voy a tratar de hablar mejor, permiso.


_ Mirá lo que hiciste! Te vas a tu cuarto inmediatamente. ¿Y por qué llorás, ahora?


_Porque me duele mucho el dedo, mamá!.

2 comentarios:

  1. ¡Qué maravillosa escritura, Clemencia! ¡Qué relatos tan vívidos y cautivantes! Con un par de pinceladas, con breves oraciones, lográs llevarnos al tiempo, al espacio, al clima, a los colores y hasta a los aromas de la escena. Admirables trabajos y muy placentera lectura.
    ¡Gracias!
    Pablo Beat.

    ResponderEliminar
  2. Ay, Pablo! Cuánto te agradezco! Uf! me emocioné!

    Un abrazo fuerte!

    ResponderEliminar